Actualmente los docentes se encuentran ante una generación que prácticamente ha nacido con las nuevas tecnologías (videojuegos, ordenadores, Internet…) y que, por supuesto, lo tienen tan asumido que lo ven como parte de sus vidas. Negar este hecho por parte del docente sería estar dotando al educando de una gran carencia y atraso con respecto al ritmo de la sociedad en la que vive.
Partiendo de la base de que la enseñanza y el aprendizaje se fundamentan en la comunicación, y teniendo en cuenta que la web 2.0 potencia la comunicación, el diálogo, la colaboración, la participación y el intercambio… sería absurdo no intentar aprovechar las posibilidades que ofrece la web para desarrollar aun más, dentro del sistema educativo, los “valores de participación, colaboración y construcción colectiva del conocimiento”.Los docentes, y el sistema educativo formal en sí, no deberían hacer ojos ciegos ante este gran empuje que ofrece la web para afianzar los valores que hemos nombrado anteriormente, sería un pérdida total, tanto para la actualización y mejores resultados que puede ofrecer a los docentes y para la formación y desarrollo de los educandos...
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