miércoles, 6 de febrero de 2008

¿Cómo será la enseñanza en las escuelas en el año 2020?




A mi parecer, en el 2020 las aulas escolares no se parecerán en nada a lo que hasta hoy hemos estado acostumbrados a ver, pupitres vacíos, con la única ayuda de libros de texto, cuadernos para escribir y lápices o rotuladores serán suprimidos totalmente de los espacios educativos. La figura del profesor cambiará radicalmente, desde una autoridad absoluta de transmisión oral de conocimiento, ayudados por el libro de texto hasta pasar a tener el papel de mero orientador y solucionador de problemas específicos en el transcurso del aprendizaje autónomo y significativo que desarrollará el educando a través del ordenador, conectado a Internet, utilizando materiales multimedia y compartiendo y transmitiendo conocimientos e información a otros compañeros conectados en línea.

Posiblemente se siga usando un tipo de libro, que pasaría a ser el libro de texto interactivo, y en esto me posiciono con la directora de tecnología de California, puesto que el libro de texto (en este caso interactivo) sirve como guía o manual para establecer todos los objetivos y contenidos curriculares, para que no quede ningún apartado o contenido sin tratar durante el desarrollo del año escolar, y además está al alcance de todo el mundo, sin tener que estar pagándolo para poder tenerlo por escrito.

Pero para nada se seguirá observando la imagen de los pupitres rellenados con un libro de texto, y además un libro de texto para cada una de las asignaturas del año académico, en su lugar se implantará un ordenador con conexión a Internet en cada uno de los asientos; además los ordenadores se situarán de forma que los educandos puedan comunicarse los unos con los otros, posiblemente en forma de círculo o semicírculo, puesto que las organizaciones de las mesas actuales están diseñadas para mirar y escuchar directamente al docente en sus clases magistrales, y al cambiar el papel del mismo, será este quien vaya rotando por los asientos, asesorando y solventando problemas de los alumnos, individual o colectivamente

En todas y cada una de las aulas se contará con un sin fin de materiales y aparatos tecnológicos que enriquecerán y harán posible un mayor y más adaptado conocimiento. Ordenadores, nuevas creaciones digitales, cualquier artilugio que sea necesario para la observación e investigación (telescopios, nuevos programas de realidad virtual). Como es notorio, el sistema de enseñanza cambiará para adaptarse a los nuevos tiempos, así no se asistirá a las interminables clases magistrales de los docentes, sino que los docentes asistirán a las interminables y maravillantes clases donde los alumnos deciden, planifican y construyen su propio aprendizaje, y el modo y los instrumentos para llevarlos a cabo.

Parece, a día de hoy, una locura pensar en dichos cambios y avances tecnológicos a nivel escolar, pero debemos pensar que la tecnología se desfasa incluso de un mes para otro, y llegados a la diferencia de 15 ó 20 años, los avances e inventos serán grandes maravillas que se escapan a nuestra visión actual. Los centros deberán amoldarse a dichos cambios, deberán albergar los avances que la sociedad asimila sin hacer ojos ciegos al respecto, puesto que de hacerlo así estaría dotando a los educandos que a sus aulas asisten a padecer un gran analfabetismo tecnológico, el cual no sólo repercutirá sobre sus vidas diarias a nivel personal, sino que lo marginarán a la hora de poder acceder a un puesto de trabajo adecuado con la época en la que hablamos, puesto que los cambios se remitirán a todos los aspectos de la sociedad; llegados a este punto de la reflexión, debo afianzar todo lo anteriormente citado, afirmando que de no ser así y producirse dentro del aula todos los cambios “imaginados”, el sistema educativo tal y como lo conocemos nosotros deberá plantearse una gran cuestión que espero no deje indiferente a ninguna persona relacionada, que es ¿Asimilar y adecuar los cambios tecnológicos venideros dentro de las aulas o… desaparecer por completo?

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